Tú, líquida en la ducha, das un grito porque el agua da golpes de frío a tu piel, sales de prisa, te lanzas a la cama y sin opción de lucha tomas mi camisa para quitar la humedad de tu cuerpo. Tú, extendida y desnuda, yo, ya no saldré, el mundo puede esperar, me quedo contigo, aunque prometí salir temprano para llegar a la cita que olvidé.
