Voy a esconderme bajo la cobija, no para dormir o cruzar la noche, este es el momento en que pienso en mí, en mi fatiga y mi gozo. El color negro ha sido destilado de la luz, ahora ciega con su tinta el milagro nocturno de estar callado hacia afuera y hablando mucho hacia adentro. Voy a destilar de mí también cada milagro, a agradecer por el día.
