Una mujer deja caer un orgasmo en un descuido. Alguna gota me toca sobre la piel y palpito entonces la magnitud de su quejido sobre mi palpitar continuo.
Muero de paro cardíaco.
Ella continúa hacia la nada, esa que ya no puedo ver porque estoy ciego de noches.
Una mujer tuvo un orgasmo y llegó a mí, como terremoto en el que ella es el centro y yo la ciudad que se sacude y muere.