Usted no sabe de dónde viene mi miedo o por qué trago asustado las sombras, no imagina el esfuerzo que hago para sostenerme en lo que parece una simpleza, ni me ha visto expiando con un sudor oxidado la timidez que me somete aunque me exprese abierto y alegre. Usted me ha visto, y del mismo modo que del universo solo puede reconocer que es polvo cósmico, de mí solo conoce una mínima parte de mi vida. Usted no sabe del precio que he pagado para que lo imposible se me haya hecho rutina, para que lo imposible no sea obstáculo en los pasos que dan forma a mi camino, para que siga yo aquí domesticando lo que antes era imposible.
Imagen de Convegni_Ancisa en Pixabay