Usted no me ha visto triste, usted no sabe del muro en la lengua o de la precipitación invisible en los ojos, usted no sabe de las piernas con asfalto derritiéndose en el sol, usted no ha visto a la mano temblorosa de resaca, usted no cobra como yo cada día al sol una lágrima de luz oscura, usted no mira a la noche como yo que la encuentro en el espejo.
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