Soledades ajenas

A alguien se le desprendieron las puntadas con las que había cosido su soledad, los botones saltaron de su lugar y una hendidura le ha roto el alma, yo pasé junto a ese alguien, aun siento su aliento volcánico, su herida me es propia ahora. He pasado toda la tarde tratando de zafarme de estos, no ha sido posible, he querido ayudarme con mis escritos, con la lectura, con el culto al agua, con provocar mi risa con imágenes. A alguien se le descosió la soledad y yo he tenido que olerla, es por eso que he estado aquí en mi casa sin salir a alguna parte.

Imagen de Pech Frantisek en Pixabay

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