Una de las cosas que más me gusta de tu cuerpo es el lugar invisible del que surge tu sonrisa, no, no es sólo tu boca o el movimiento oculto de tu lengua tras cada palabra, tampoco esa mano abierta alargando el viento mientras hablas, ni el gesto en el que pones alegría cuando caminas ensemillada por las nubes. Es el lugar invisible de tu cuerpo desde donde tu sonrisa se emancipa el que me gusta.
