La memoria se aferra

Fui obligado al desalojo,
Sin oportunidad siquiera
De saber si he dejado algo en tu pecho.
Ya sabes como es salir a la carrera.

No dejaste nada
Todo lo llevabas tú,
Adentro, en mi pecho,
No puedo enumerar el uno
Con algo que te pertenezca.

Fui creyendo
Que en ti se quedaba la existencia
Tristeza es saber ahora
Que no dejé siquiera sombras
O ese instante al que la memoria se aferra
Y todos llaman olvido

Puedo decirte esto solamente.

Ahora digo «Amor» a mi amante,
Y es a ti a quien nombro.

Siento enojo y tú eres la furia que lo expresa.

Me extiendo bajo su cuerpo.
Pero eres tú quien me eleva en cometas.

Sin embargo, en mí no dejaste nada
Con posibilidad de fijarse con un número.

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