Acá entre nos, la palma abierta de tu mano sabe del calor en mi rostro antes de la timidez en mis ojos.
Acá entre nos, también de sexo está hecho el hambre, comamos tú y yo, de tu cuerpo, del mío, de hoy y de mañana.
Acá entre nos, me gusta la distancia entre los botones de tu blusa, la medida exacta entre ellos, mi mano sin medida alguna tomando posesión del espacio que no cubren.
Acá entre nos, hay un lugar en tu cuerpo al que no he asistido para liturgia alguna, es tiempo de continuar con la bendición de mis manos sobre tu piel para encontrarlo.
Acá entre nos, esta mañana te viste en el espejo para mis ojos.
Acá entre nos, estuviste a unos pixeles de que el puntero de mi mouse hiciera click en la esquina de tu boca.
Acá entre nos, nunca supe en qué idioma me hablabas, solo entendía tu beso y el buen gusto que tenías por la carne.
Acá entre nos, no sabes que un verso es el hilo, el poema una telaraña en la que no vas a caer, ya estás en ella, y me miras sin saber que tu boca querrá a mis palabras y a mi boca.
Acá entre nos, no se te nota demasiado que tu boca dice mi nombre y temes que el temblor entre tus piernas se note en tus ojos.
Acá entre nos, esa mirada está hecha de invisibles, yo quepo exacto en tu secreto.
Acá entre nos, no sabes de mis otros yo, tú me ves como uno solo, ya los otros van a alcanzarte.
Acá entre nos, nunca será tarde para tu noche, nunca temprano para mi madrugada, estaremos juntos, es el tiempo de la cosecha.
Acá entre nos, esa cerveza parece vacía en tu mesa, hace falta levantarla para que llena de gozo digas conmigo, salud, amor mío.
Acá entre nos, cuando dices vamos a ponernos serios es cuando más quiero pasar de la marca en zona a la marca cuerpo a cuerpo.
Acá entre nos, no solo de sexo están llenos nuestros cuerpos, también de toda caricia que nos conduzca a ello.
Acá entre nos, no te desnudo con los ojos, solo mido los nudos que te atan a la cordura, algo en mí debe acercarte a la locura.
Acá entre nos, sí, entre nos, existan la meditación, la gratitud y la entrega.