Lo emocionante de tu desnudez, no es tu cuerpo desnudo, es que, por ejemplo, sientas que te observo, que estés dispuesta a narrar la historia de tus lunares, que te sorprendas de que me emociono por tus formas, que sonrías tímida y te cubras, que sientas el aire de la excitación al descubrirte.
Lo emocionante de tu desnudez es que pones tu mano en el escote cuando mis ojos se aprovechan del botón suelto en tu blusa. Lo fascinante de tu desnudez son tus ojos siguiendo a los míos mientras ellos exploran sin fatiga tus formas.
Tu desnudez, no es tu cuerpo sin ropa, es tu timidez que se sorprende al reconocer que hay más excitación en tu cuerpo si lo tocan mis manos. Si no llegases a sentir eso cuando te quites la ropa y yo esté contigo, entonces, para mí no estarás desnuda en ese momento.