Los platos se usan, se lavan, se secan, y se ponen en su sitio

Eliges los ingredientes, das a cada uno la justa medida, los preparas en la temperatura y forma correctas. Pones en su orden sobre los platos y los llevas a la mesa. Celebras la ocasión de disfrutar de todos tus sentidos y te alegras de la compañía. Después, los platos son repatriados al lavaplatos en la cocina.

Haces uso de las tazas para servir un café, de los vasos para el agua, de un pequeño plato para poner galletas o dulce, celebras el buen sabor y los aromas, luego, la loza es repatriada al lavaplatos en la cocina

Al final, sea del día o de la semana según haya espacio en el lugar, una gran cantidad de platos se acumulan, en un estado tal de entropía que enfrentarse a él para lograr una medida de orden requiere mucho esfuerzo. Algunas personas ante la tarea piensan de manera inconsciente en que sería mejor tirarlos todos y traer unos nuevos sin invertir esfuerzo en limpiarlos. Hay quienes han adquirido el hábito de comprarlos desechables, así estos se convierten en objetos de un solo uso, ya no van un lugar para limpiarlos, solo se tiran al lugar de los desechos.

En las relaciones de pareja, de manera inconsciente eliges lo que das, te preparas en ciertos modos para conectar y ser tú en el intercambio diario de palabras y caricias, de relatos y emociones. Quieres celebrarte y celebrar, apreciar y ser apreciada, disfrutar de todos tus sentidos y ofrecer amor e inteligencia.

En las interacciones con tu pareja, das y recibes, para algunas cosas no estás preparada y para otras lo estás más, de unas y de las otras vas acumulando un enojo, una disputa, una brusquedad, un desacierto, una frase que produce heridas invisibles. Al final, has acumulado diversos sentimientos a los cuales no puedes darles con claridad el origen de este porque se confunden con los demás. Enfrentarte a ese nivel de entropía emocional para tomar cada sentimiento y darle una respuesta requiere asertividad y esfuerzo.

Algunas parejas ante la tarea piensan de manera inconsciente en que sería mejor tirarlo todo sin invertir esfuerzo alguno en las aclaraciones, y mejor esforzarse en descubrir a otra persona que en surtir las conversaciones difíciles con la pareja para darle claridad a este cúmulo de desaciertos.

Un proyecto es un tejido de objetivos, actividades, compromisos, responsabilidades, relaciones, alcances, roles, correcciones y múltiples interacciones entre las personas que lo desarrollan. La visión de verlo logrado produce entusiasmo e imaginar cada objetivo cumplido produce satisfacción por anticipado.

Cada día se evalúan los avances, y en algunos se encuentran distorsiones, desvíos, desentendimientos, que vistos en bloque no permiten una visión clara para desentrañar los desvíos, la falta de asertividad, el insuficiente nivel de compromiso y encontrar los pasos a seguir para avanzar en cumplir con el alcance y los objetivos.

Algunos profesionales ante la tarea piensan de manera inconsciente en que sería mejor tirarlo todo sin esforzarse en ajustar las proporciones, recomponer la ruta, activar un plan para ponerse en marcha y avanzar hacia la meta. Así, sin esfuerzo, olvidarlo todo, tirar todo a la basura, pedir otros recursos, un nuevo alcance e iniciar un nuevo proyecto.

La abuela de mis vecinos viene los sábados a tomar café conmigo, y me recuerda en cada ocasión que yo pongo el pocillo en el lavaplatos esto:

Se usa, se lava, se seca, y se pone en su sitio. Así cuando vienes a la cocina no ves tantos acumulados que de verlos te da pereza lavarlos, y piensas que sería mejor tirarlos todos a la basura en vez de lavarlos uno tras otro.

Igual en las relaciones, cada problema, cada contrariedad, se enfrenta, se explica, se entiende, se perdona, se exige, y todo vuelve a su sitio, de esta manera no estás creyendo que las parejas son desechables y cuando no te gusta algo la tiras y te buscas otra para reemplazarla.

Para los proyectos debes hacer lo mismo, evalúas, entiendes, actúas, corriges, avanzas sin desviarte de los objetivos, en vez de hacer una gestión blanda que al final la única opción que ofrezcas sea tirar el proyecto a la basura y emprender uno nuevo con otros costos.

Imagen de Achim Thiemermann en Pixabay

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s