Mis ojos apreciando los tuyos, las manos abiertas anhelando tus brazos, tu sonrisa encubierta detrás de las palabras. El abrazo con sus modos distintos, brazos en cuello, brazos en hombros, brazos aproximándose a la cadera. El temblor en el pecho, las palabras directas. Las dudas desapareciendo tras el movimiento del cuerpo; y tú, toda tú dispuesta a sentarse a mi lado para ver a la noche llenarlo todo con tu mirada.
Imagen de Sasin Tipchai en Pixabay