El aire como una ventana, deja ver todo a través de él, en masa moviliza sus ejércitos para cabalgar llevando recados secretos a personas que no los esperan, que no los escuchan, que no saben de las voces ciertas hablando en sus oídos cada instante. El viento lleno de geometrías invisibles dibuja una y otra vez la circunferencia de tu pupila, diagrama con sus pulsaciones las líneas con las cuales límita con tus párpados. Es el aire una banda de forajidos defendiendo los mapas secretos que dan forma a tus ojos. Yo me detengo y espero, han de cansarse, un día voy a ver la forma exacta con la que ellos miran. Sabré que tienen la esencia del vino porque embriagan, el borde afilado de las lecturas cuando las páginas se doblan, las formas circulares del agua cuando son espejo de la luna.
