Hoy estoy cansado, he querido salir a darme el sol, apenas he logrado llegar a la ventana, me he quedado ahí viendo hacia la calle. Hay quienes salieron y caminan con su pareja o van solos con sus pensamientos. Ha dicho uno de mis amigos que entre las parejas hay uno dominante, le he respondido yo que entre los solitarios hay quienes tienen pensamientos dominantes, lo que viene a ser lo mismo porque se está sometido a las rutinas del otro, en el caso de las parejas, de un pensamiento en el caso de los solitarios.
El estado del clima, para mí, es de doce grados por debajo de cualquier intención de moverme hacia parte alguna, con alta probabilidad de precipitarme a la cama antes de que asome la tarde. Tiempo seco para cualquier idea, naturalmente, apenas alcanzo a concebir una mirada, no voy a preñarme de ideas dominantes. Voy a cederle este tiempo a una espiral de caracoles para que sigan lentos hacia la cúspide. ¿A dónde van los caracoles, cuál es su idea de la extensión del mundo?
Hoy mis fronteras están comprimidas por esta sensación de que todo está muy lejos, pongo a mi reino la distancia de dos pasos al norte, otro par al sur, dos brazadas en los otros puntos cardinales. Tendré suficiente espacio para dormir en el sofá o caer extenuado en la cama.
