Gato uno. Yo cero.

El señor gato, quien es el mismo minino mimado por mis sobrinos, llamado por mí con esa designación usada con los humanos por una diferencia de posiciones acerca de quién debe ocupar la cama. Lo observé primero en la tarde, en posición extendida sobre las sábanas, como una liga de caucho que puede estirarse sin posibilidad alguna de quebrarse. No hubo discusión, apenas un empujón … Continúa leyendo Gato uno. Yo cero.