Yo no he puesto música esta noche, he quedado con los ruidos de la calle en escucharnos, ellos a mí, yo a ellos, y así estamos, reduciendo los anuncios a postales, el ruido en boca de seres inertes, el sin palabras de los objetos anochece en bloque sin grietas, el sin palabras de los objetos anochece en bloques agrietados. No he puesto música esta noche, escucho el lenguaje inentendible de los autos, la redondez callada de la tela hecha cortina y el paso inerte del viento sobre la pupila de los libros.
