No he puesto tu boca en mi beso, y no nombro esto como un pedido, lo digo para mencionar que los mismos espacios o instantes son llamados de manera diferente, tu boca sigue siendo un lugar de la anatomía del cuerpo registrado en los diccionarios médicos, en cambio la mía ha migrado a un espacio metafórico del lenguaje y se ha vuelto beso que en sí mismo no tiene un lugar geográfico. He escrito, «espacio metafórico del lenguaje», y aprovecho para exponer una proclama, no he dicho nada porque ese espacio no puede ser ubicado en mapa alguno, sin embargo, lo he dicho todo porque es el lenguaje y sus metáforas los que permiten que al decir beso mentalmente pueda saber lo que he dicho.
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