Una de las paradojas de la humanidad en estos tiempos de tecnologías asombrosas es que dentro de sus propósitos se encuentra trasladar a las máquinas las capacidades de la inteligencia humana que los diferencia de los animales, matemáticas, geografía, reproducción, medicina, música, construcción de utensilios, estadísticas. Además de trasladar la capacidad, está también la delegación de estas actividades, es decir, para aquello que evolucionó el hombre se le deja a los seres sintéticos, mecánicos y cibernéticos, es decir, el ser humano simple tendrá que buscar una nueva manera de pensar, de explotar sus habilidades para recuperar su capacidad de ser único, y quizá la manera que más ha usado el hombre para liberarse o dar estos pasos es la revolución en contra del estado de las cosas impuesto, con la diferencia de que no se revelará contra un gobierno si no contra su propia creación, o por el contrario tendrá que evolucionar su cerebro para superarla.

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