Para acometer esta aventura se cierran los ojos, la columna vertebral se adelanta expandiendo el espacio entre vértebras, una mano, de preferencia la que pueda tocar alguna franja del cabello cerca de su mejilla, pongamos por ejemplo que es la izquierda, de esta manera continuaría con la mano derecha hasta separar el cabello de su piel, y al mismo instante con una secuencia de elongaciones pausadas aproxima la boca con intención de beso a sus labios.
