Tras haber visto las fotografías en el álbum familiar, y notar como un despropósito que nadie mencionaba a la mujer de sonrisa abierta y ojos hermosos, mantuve un silencio distante (si es que esto existe) escuché las expresiones con las cuales se refirieron a cada una de las personas en las imágenes tras el plástico transparente, fui hasta la cocina, tomé un vaso y lo llené con agua de la llave, al tiempo, una voz me susurraba, ‘diles, diles que yo estaba ahí, tú me estás viendo‘
Imagen de Gerd Altmann en Pixabay