Ella trae un libro diferente cada día, no le importa leerlo o no hacerlo, esa no es la cuestión, se trata de estar preparada para el fin del mundo, en caso de que sea cierta cualquier profecía que se cumpla y se acabe la existencia, dice ella, abrirá su libro y siendo ella el caos, ese mundo aparecerá para formarnos a todos dentro, odia la cursilería del mismo modo en que ama la cursilería, según le he entendido, son gajes del oficio de lectora, una prueba más de que en su espalda como hay una mancha que se llama por costumbre lunar, hay otra que es una erupción en la piel llamada espinilla.
