El deseo, aún sin los guantes

Mira las venas, lo que puede observarse por medio de la piel, el color y las rutas que siguen desde el brazo hacia los dedos, no iguales, no tienen la misma forma la izquierda y la derecha, parecen hechos al azar. No desconoce los nudillos, aprieta el puño y lo suelta, imita un golpe de boxeo, recupera una memoria imaginada en un ring, recto de derecha a la cara y nocaut. Imita el golpe con la mano derecha, imita el golpe con la mano izquierda, vuelve las manos hacia la cara y siente que está protegiéndose con una buena defensa, aún sin los guantes piensa que no podrá pasar un puño hacia su cara.

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