No siempre recuerdo con exactitud todos mis deseos, tampoco el rumbo que tuvieron, en donde quedaron perdidos, a cuál precipicio empecé a temerle y no me lancé a él para que por medio de un acto de fe pudiese superarlo.
Ahora soy este, estoy aquí, he puesto mi firma en mis actos, no para ir a la luna ni ser el conductor de la serie más vista en su momento, no para aparecer como el mejor boxeador de todos los tiempos o tener la fama del más famoso de los físicos, no para ser el campeón de ajedrez o de fútbol.
Soy este, estoy aquí, y una suerte de fortuna me ha tocado al estar aquí compartiendo contigo lo que soy, lo que tú eres, lo que somos al estar juntos.
