Yo quería ser Albert Einstein, ver mi rostro en los libros de física, ser apreciado por mi inteligencia y poder explorar en un laboratorio teorías inéditas, estar en el aula mayor y ser el conferencista al que todos le creen, yo quería expresar con una fórmula un momento de la naturaleza digno de escribirse en todos los libros de historia, pero una tristeza sin límite me hizo sucumbir a este deseo cuando leí también en qué estaba basada la física de las bombas atómicas.
