Paso por el diccionario a buscar la definición de la palabra «Revolución», encuentro en una de sus acepciones dice, «Cambio rápido y profundo en cualquier cosa». Todos hemos aprendido que el universo está en constante cambio, que por nuestra nimiedad ante su tamaño no los notamos, así que vivimos en una revolución constante.
El poeta ha escrito, pensado antes, recitado después, «la mujer es una revolución» y cuando lo escuché pensé en la mujer que me gusta, una que tiene la edad de la literatura, que no sobra decir ahora, es la edad de las revoluciones.
Cada día suma emociones, y no se niega a ellas porque sabe, cosa olvidada por nuestra ambición tecnológica, que somos emocionales antes que racionales, y pone en sus pasos las huellas de las mujeres cuando atraviesan el río, o escalan las montañas, o atraviesan caminos. Digo que pone las huellas porque esa extensa tradición genética de ser las madres en la naturaleza de la tierra mantienen a lo femenino siendo lo que nos sostiene en la vida.