El olor le pertenecía al instante

El olor se acumuló bajo las axilas.
Levanto los brazos.
Es urgente un rato bajo la ducha.
Había promoción de antitranspirantes en el supermercado.
Tres por el precio de dos. No compré, no hacía falta.
Caminé más calles de las que resiste el cuerpo.
Sudo, soy humano, una parte de mí se desgasta.
El aroma es una especie de memoria sin rostro.
Viene con el aroma del perfume que usabas.
Hace años no sé de ti.
No sabes de mí seguramente.
Evito decir tu nombre.
Sudábamos, yo había olvidado el aire acondicionado.
Coincidimos en el hotel.
Habías dejado a tu esposo.
Había salido temprano del trabajo. Un proyecto, otra ciudad.
El perfume esa noche fue casualidad sobre tu cuerpo.
Era la hora feliz en el bar, daban dos tragos por uno.
Salud, dijimos sin mucho sentido.
No se requiere sentido sexual para hablarse.
No hacía falta hablarnos después de esa noche de sexo.
Olíamos. El olor le pertenecía al instante.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s