Luces como lunas, adelanto mi boca a tus ojos, no me escuchan, me presienten, pongo un beso en la punta de tus párpados, giro hacia el centro, pongo un beso en el extremo próximo de la nariz, extiendo toda mi ternura en el roce, es necesario el descenso, tu boca, la boca, dice “A”, yo digo “I”, así abierto y cerrado se juntan, los labios pasan cuenta de cobro a la lengua, exigen la humedad que ella ofrece.
