Reconozco el horizonte por las lunas negras en el firmamento, una geografía astral me comunica, paso dos y tres suspiros desde la cintura hasta el cuello, me guían esos satélites redondos, diminutos, los reconoce la humedad de mi beso, alientan la búsqueda de mis manos, así, de ese modo y por ellos, no me pierdo en la búsqueda de tu cuello.
