Vas a la ducha sin mí. Todos los sonidos anuncian una lluvia de acentos y tildes, de gotas obreras y gotas reinas desplegando colmenas sobre tu piel. Vas a la ducha sin mí. Te sigo, ojos sin cuerpo se apresuran a verte desde el único lugar donde puedo otearte, mi imaginación de ti. Comas y puntos, signos de puntuación en todas sus formas, vocales, mayúsculas, interrogaciones, punto y coma en plurales, admiraciones y consonantes, el universo de las palabras formado entre arenas líquidas y pecas minúsculas. Vas a la ducha sin mí y yo me voy contigo, aunque no me veas, me sabes, me presientes, me sospechas, huyes de mí cerrando los ojos y te olvidas de mis formas hasta que el agua deja de ser ducha.
