La geometría de sus senos es expuesta a mis ojos cuando ella abre su blusa, mi mirada tiene la medida exacta de su forma; ella me dice, la izquierda es la guerra, la derecha es la paz, la izquierda es la furia, la derecha es la serenidad, una es la entrega, la otra es el olvido. Tu deseo es la caricia entera sin distinguir entre ellas, tú deseo te obliga a vivir en el mismo espacio, guerra, paz, furia, serenidad, entrega y olvido. Yo no escuché lo que dijo, mis manos no sabían medir pero llevaban sobre su piel una cuenta que me traía de vuelta de la eternidad.
