Con una delgada línea de voces me aproximo a tu boca, te digo secretos en los labios, secretos que te hablan de la sed que se produce en mis manos al sentirte. Te pregunto secretos y me dices que los busque en tu cuello, voy por ellos y encuentro temblores al morder un lugar en el comienzo de tu oreja, encuentro aromas debajo de tu pelo y cuando vuelvo a tu boca, tus labios me hablan con pequeños hilos de voz que me sujetan a tus besos.
Luego me dices hay otros secretos en mi cuello, yo voy primero con mis manos, palpo de tu cuello la respiración que sube y baja, palpo con mis manos antes que mi boca vuelva a sumergirse bajo la luz de tu rostro a buscar una sombra con la que ocultes tu deseo. Pongo mi boca en dirección de tu cuello, siguiendo las indicaciones de tu palpitar nocturno.