En ti encuentro el uso para cada signo de puntuación, porque puedo exclamar con admiración, ¡te admiro!, porque como una pregunta encajas entre mis dudas ¿sí, no?, porque puedo poner un punto y aparte o un punto seguido o varios, para dejar puntos suspensivos y seguir contigo. Para acomodar breves pausas con una coma, y otra, para juntarlo todo entre paréntesis, para llamar la atención y dar paso al futuro, estamos con los dos puntos abiertos con mucha expectativa. Para citar lo que dijimos, aunque no pongamos comillas sabemos que algunas expresiones las aprendimos al escucharnos y ahora las repetimos. Porque al hablarnos, sin que se note ponemos un guion —entre que uno y otro habla, incluso para mirarte con extrañeza cuando pareces dar uso a la diéresis con tus agüeros.
