Hay una mujer en un espejo que me encuentra en sus ojos, no sabe a ciencia cierta cómo, pero siente que le he desatado el apetito por la sorpresa diaria y la extrañeza ante los encuentros. Hay una mujer que quiere entrar en mi memoria para descubrir si pienso en ella. Esa mujer se detiene a leer los espacios vacíos en mis palabras escritas para saber si la estoy ocultando tras mis versos.
