Radiante y florecida

Yo quería hablar de la mujer que me gusta, pero todos mis amigos estaban ocupados. Yo quise que el fantasma nocturno asomara en la cocina para hablarle de ella, esta noche no estuvo más que un instante y desapareció sin alcanzar a escucharme. Yo fui al bar que está a la vuelta de la esquina, me senté en la barra, pero esta noche la mujer que atiende el bar no le habla a nadie porque tiene laringitis. Yo no pude llamar a mi madre para conversar de esto porque era tarde y ya estaba dormida. Me senté en el sofá, le hablé a la planta que está al lado, ella no tiene otro movimiento, solo al que la obliga el aire cuando entra por la ventana, no sé si me escuchó, no sé si me entendió, esta mañana amaneció radiante y florecida.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s