Escribes mi nombre en una hoja que antes estaba en blanco, no sabes por qué lo has hecho, no importa, no te hacen falta y no te sobran razones, a nadie ha de importarle por qué escribes mi nombre. Lo deletreas, una y otra consonante con su vocal vecina, igual lo miras, sin formas perfectas en tu trazo, solo un nombre, luego tienes la idea de verte en perspectiva, lo haces, mi nombre desaparece, solo eres tú, lo que se supone existe a tu alrededor no está, no tiene presencia en tu vida, así, igual miras dentro, te sacudes de tus ideas, yo no existo, solo mi nombre y tus ideas en las que me has estado construyendo.
