La voz ocular se apaga

Los niños suben a los techos de las casas y con pequeñas escobas y trapos de cocina van limpiando del cielo el humo de las industrias y los autos, solo así aparece la noche, pulcra y sin mugre del día, aparece la noche con su atavío negro. En las ventanas, aún con las cortinas, una luz de estrella artificial aparece titilando sin rubor alguno en … Continúa leyendo La voz ocular se apaga

No me digas cielo

Una mujer con nombre propio, vas diciéndole, soy una mujer con nombre propio, no me digas ‘cielo’ porque nadie me vuela, no hay satélites aleteando en mis alturas, no me digas ‘amor’ porque no soy una definición tan gaseosa, no me llames ‘cariño’, esa es una palabra infantil, sin fuerza. No me digas ‘mi vida’ no soy la vida de nadie, apenas soy la mía, … Continúa leyendo No me digas cielo