“La fuerza fue sustituida por la política gracias a las piedras. Los chismes son nuestras piedras. Acaban con la reputación de alguien y lo inhabilitan para convertirse en jefe”. Verdades como esta aparecen para sorprendernos en las páginas del libro, contadas con la vocación humorística y literaria de Millás, soportadas por la rigurosidad del paleoantropólogo Arsuaga.
Quienes hemos cursado en los días de academia alguna clase con un profesor que usa el conocimiento para reforzar la realidad, y al tiempo hemos tenido a un compañero que pone de su parte una luz que le da un color distinto a los hechos sabemos que el conocimiento se adhiere rápidamente a la memoria. Eso pasa en este libro.
Quizá no nos quede tan claro por qué los japoneses tienen los ojos rasgados, pero sí que la palabra “es un órgano de la visión” y con ella se descubre en lo simple y cotidiano el fulgor de lo extraordinario. Dice Millás que, “la bipedestación es un milagro gramatical, pues todo ese movimiento que va de la parte posterior del pie a la anterior se puede analizar sintácticamente como una frase. Sujeto, verbo, complemento directo.”
Es un viaje por las certezas científicas tomándose la libertad de quien construye imaginarios. ¿Por qué somos atractivos? Dicen los que hablan bonito, por la labia, los que tienen riqueza, por eso, y los guapos, pues por guapos. Hay que adentrase en el capítulo de ‘la grasa y el músculo’ para entenderlo un poco más.
Es un libro de literatura, es un libro de ciencia, es una conversación entre dos personas que comprenden lo que aun estando a la vista de todos requiere una inteligencia más aguda y curiosa.
Muy recomendado para quienes aman el conocimiento y para quienes disfrutan de la buena literatura.