En la punta de la lengua, ahí dijo tener mi nombre cuando después de saludarme supo decir con timidez, es que no lo recuerdo en este momento, pero, por supuesto, a ti te recuerdo con todo mi cariño. Me presentó a los amigos con quienes estaba, saludé, dije mi nombre, agradecí su cariño con un abrazo, y ella aprovechó la cercanía de su boca a mi oreja para decirme, también te nombraba otras palabras de extasis, esas las recuerdo más que la de tu nombre.