El futuro es la bolsa de plástico que te dieron en el supermercado, son las tres de la mañana cuando estás despierto sin sexo y con insomnio, el diploma que no has obtenido para certificarte en el uso de algún instrumento o en ser tú el instrumento de una ciencia.
El futuro son los moteles de las ciudades en donde pagas con tarjeta de crédito antes de entrar y también al salir cuando te excediste en el tiempo, la luz solar que se va perdiendo tras la grasa aérea de las industrias, esos cuatro o cinco amigos que no olvidarás y aquellos otros que fallecerán en el recuerdo.
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