En este lugar desconocido hasta hace unos minutos, comparecemos ante la duda tres asistentes, a mí derecha una mujer con la edad en las alturas, del otro lado, una muchacha en el comienzo de la escalera del tiempo y yo con mi edad repitiéndose y sumando años. La joven mueve insistentemente el pie izquierdo, ha cruzado la pierna sobre la derecha. No hablamos, yo escribo como si a alguien le importara conocer de este momento, la mujer de mayor edad cronológica lee una revista, se ajusta constantemente las gafas y, tengo la impresión, extraña su cabello largo, lo trae corto, en cambio la joven acomoda parte de su cabello sobre sus hombros.
Imagen de Orna Wachman en Pixabay