Yo estoy un poco en la manera en que miras a tus manos y las abres para asegurarte de que las líneas en la palma abierta están presentes, soy un poco el instante en que congelas el parpadeo en tus ojos cuando te detienes a pensarme sin tener un punto cierto sobre el cual giren tus pensamientos, estoy ahí en el lugar de tu memoria en dond­e guardas tus secretos y pintas con silencio la sonrisa y llenas de color los espacios en blanco. Yo soy un tanto el rato en que escuchas en la radio una canción y en la cual encuentras una y otra frase que te recuerda mi existencia, estoy filtrándome por tus propias caricias y quieres impedirlo, pero tus dedos se abren y dejan pasar una idea de mí que todavía no tiene una forma exacta.

Yo soy la forma de la luz que en el espejo se te escapa y quedas con la sensación de haber visto algo, o por lo menos de haberlo pensado sin tener claro que ha sido, estoy en el borde la mesa a donde parecen irse tus impulsos mientras ves que tus dedos juegan a tocar un teclado invisible, soy también una capa invisible que te cubre al salir a la calle y sentir el rostro del frío en tu cara. Yo estoy ahora en tus palabras y tus voces para zurcir aquello que estaba descosido desde antes, estoy ahora en tu manera de ver las formas para romper aquello que fue cerrado y que debe quedar abierto para siempre.

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