Están prohibidos el sexo en los trenes, las caricias en los ascensores, las miradas intensas en los baños públicos, publicar los secretos, descontar los pétalos de flores que no sean margaritas, aparecerse en la noche con un cantante y una serenata, aprovechar el sexo para entregarse al amor. Está permitido todo aquello por lo cual el burócrata y el moralista reciban una compensación en su salario.
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