Rotos por donde más nos duele, por el amor, eso dijimos ante el cirujano emocional, le pedimos en coro: reparación, reparación. El especialista en cortes y pegamentos nos respondió, el amor no se rompe, no se quiebra, es un elemento sin posibilidad de ser agrietado, no puedo remendarlo porque no está rasgado o roto como ustedes dicen. Entonces él, ante nuestra insistencia y sin poder lavar nuestra ignorancia nos pidió extender los brazos, midió el ancho de nuestro pecho, a cada uno nos dio una oración para ser repetida cada día. Ahora yo digo, ‘he venido a dar porque soy también la abundancia del universo, no me hace falta nada de lo que doy porque al tiempo todo me es retribuido‘.
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