Desalambró sus historias, las descolgó de la pared, las sacó del armario y juntó con los muebles, las fue ubicando en cajas, cerrándolas luego. Las historias impregnadas en sus objetos de casa se internaron en cajas cerradas, al tiempo ella fue levantando sus pies, para no olvidar sus historias las selló entre sus dedos, las repitió en sus pestañas y sus ojos delgados de luz apagaron la puerta antes de salir.
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