Ahora cuando podemos dejar nuestros cuerpos durmiendo en la misma cama y podemos ir al sueño sin ocuparnos por la ausencia del otro, ahora que el último beso ha sido la palabra con la que sellamos la noche y dejamos guardados los secretos en la boca, ahora en que el cuerpo húmedo ha saltado los obstáculos que nos impone la fatiga, ahora que tú sexo señala con su aroma el camino hacia mis manos y tus ojos riegan con su luz la sombra hasta mis ojos, sí, como una señal dejada para encontrarnos mañana al despertarnos. Ahora es cuando no importa si nos estamos amando para siempre porque para siempre es apenas esta eternidad que mañana va a despertarnos.