Ella es las horas en punto, la caja que guarda secretos, el sonido necesario para que el silencio tenga sentido, la campana y su timbre para acertar en la cita. Ella es la memoria inexacta para alegrarse de aquello que nos hace felices, la memoria inexacta para asegurar prudencia en los pasos y olvidar lo que aún lleva una herida en la punta, no está para revelar los acontecimientos, su revelación es de milagros a los que uno accede con ella. Ella es aquella tarde y la noche que viene, ofrece su savia, su sabia manera de ir hacia todos los lugares posibles.
