No puedo tener miedo, tener es un verbo de pertenencia, yo no me he apropiado de nada, he venido de paso, para traer nada y llevar lo mismo, traigo miedo, un miedo sin medida, como la flama del fósforo, como la llama volcánica, unas veces me acongojo y rompo toda certeza, otras también, este miedo que no tengo pero traigo hirviendo en el pecho me contiene, me va reteniendo hasta que ya no puedo otra cosa que el llanto.
