Si te gusta lo inamovible, lo absoluto, lo estático, lo inalterable, entonces verás pronto desechado el amor, acepta el movimiento y vibra con él, aprópiate de los cambios y fluye con ellos, así iremos el uno con el otro, el uno junto al otro, si es de este modo, no te prometo amor eterno, pero sí amor, amor diario y constante. El amor es como el hambre, no te sacias para siempre en una cena, no comes lo mismo para saciarte cada día, el amor siempre está ávido de alimentarse, y su ansia cambia; si quieres hablarme de amor, ven conmigo a estar dispuesto para que seamos nuestro pan de cada día.
