Acordemos la diferencia

Acordemos la diferencia, yo te quiero para descontar las hojas artificiales en tu cuerpo y acometer delirio sobre el humo de las nubes en tus piernas. Tú me quieres para darle vuelta a la indiferencia y dejar constancia de que podemos contar el uno con el otro.
Yo quiero compartir la cama tendida después de haber resuelto la noche hasta ser objeto de sudor en la fatiga. Tú quieres reconocer el juego de la infancia en la charla abierta mientras sin olor a cuerpo nos sentamos en la cama hecha.
Tú me quieres breve en la distancia y esperas de mí una austeridad en la brevedad de la compañía. Yo te quiero extensa, amplia y profunda como solo puede ser el mar, y entrar en ti dispuesto a sanar mis heridas con la sal de tu sexo.
Tus recuerdos de mí son imágenes en un álbum de momentos, los míos contigo incluyen la sustitución de mis horarios nocturnos por una diurna y cierta imaginación en la que cruzas mi deseo en orgasmos.
Cuando yo digo te quiero incluye la saciedad del cuerpo, la explosión de la imaginación sobre la piel desnuda, en cambio tú dices te quiero con una hermandad sellada en la amistad redonda sin esquirlas perdidas en la noche.
Acordemos la diferencia. Hay una sexualidad mayor en la amistad, aunque no se condense la caricia, eso digo yo, mientras que para ti hay una virtud superior en la amistad sin imaginar siquiera el contacto.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s