Estamos demasiado cerca y no podemos ver el descubrimiento que somos, nos estamos perdiendo en las pequeñas sombras que producen nuestros cuerpos al juntarse. Un lenguaje que va desde constelaciones hasta pasiones atómicas, desde corsarios de oriente hasta aromas frutales, muchas páginas en blanco con abecedarios y diccionarios disponibles para proveer las liturgias que den cuenta de nuestras maneras de sernos.